El sábado 12 de julio se realizó en Juzbado y Monleras la jornada de presentación del proyecto “RECORDARE: re-sentir la cultura y el patrimonio en el territorio transfronterizo”, que persigue transformar la memoria compartida de la Raya en un motor de desarrollo sostenible, cohesión social y oportunidades económicas.
Con una inversión total de 1.393.812,42 euros, de los cuales más de un millón proceden de fondos europeos del programa Interreg POCTEP, esta alianza busca tejer una red de colaboración que rescate del olvido los oficios, saberes y tradiciones que un día fueron el alma de sus pueblos. La iniciativa ha sido impulsada por la Asociación de Municipios Ibéricos Almaterra, que agrupa a los ayuntamientos de Monleras, Juzbado, Villaseco de los Gamitos, Morille y Mogarraz, en colaboración con un socio estratégico de probada experiencia: la Câmara Municipal de Fundão, en Portugal.
La Câmara Municipal de Fundão es un municipio que ha convertido su patrimonio en un referente internacional. Con un territorio de 700 kilómetros cuadrados y 60 aldeas, Fundão ha demostrado que es posible ir más allá de la agricultura tradicional. Su presidente Paulo Fernandes, expuso que “Somos un territorio agrícola de agricultores y pastores, pero no nos quedamos por ahí”.
Su modelo se basa en un concepto fundamental: “crear valor, valor con nuestro territorio, crear valor con nuestra cultura, crear valor con nuestro patrimonio”. Un valor que, insiste, debe ser “justo” e “inteligente”, es decir, que permanezca en las comunidades locales. Lo han logrado con marcas propias como la Cereza de Fundão y, sobre todo, con una red de 14 ecomuseos dinámicos. Estos centros no son espacios estáticos, sino lugares donde la artesanía tradicional dialoga con el diseño contemporáneo y donde los visitantes no solo miran, sino que hacen.
El proyecto RECORDARE se materializará en la creación de la Red Internacional de Espacios de la Memoria (RIEM). Ángel Martín, técnico de ZIES Investigación y Consultoría, encargada de la gestión del proyecto, ha descrito estos futuros centros como “palacios del pueblo”. No se trata de museos nostálgicos, sino de “infraestructuras sociales de las que nos debemos dotar, recuperar, pensar en ellas, pero mirando al pasado y yendo hacia el futuro”. El objetivo, ha dicho, es “generar comunidad, puntos donde podamos cooperar, ponernos de acuerdo, generar ciudadanía”.
Para ello, entre 2025 y 2026 se ejecutarán seis actuaciones específicas, una en cada municipio socio, que constituirán los nodos de esta red transfronteriza:
- En Fundão (Portugal): La Quinta da Cereja e das Ideias, un centro de divulgación científica y cultural en una finca experimental rehabilitada en torno a su producto estrella, la cereza.
- En Juzbado: El Centro Etnobotánico y la Casa de la Palabra, que recuperará la antigua casa del cura como un espacio dedicado al patrimonio inmaterial y los saberes de las plantas.
- En Mogarraz: El Centro de Interpretación del Bordado Popular Serrano, un edificio recuperado para preservar y difundir la rica iconografía textil de la Sierra de Francia.
- En Monleras: El Centro de Artesanías, ubicado en una casa solariega restaurada que acogerá talleres, exposiciones y formación en oficios artesanos.
- En Morille: El Centro de la Memoria Minera y Cantera, un espacio para poner en valor el pasado industrial y extractivo de la zona.
- En Villaseco de los Gamitos: La recuperación de la Fragua y el Centro Museo, restaurando tanto la histórica fragua como la vivienda contigua para crear un nuevo espacio etnográfico.
RE-CORDARE no se detiene en la rehabilitación de edificios. El proyecto contempla formación en marketing digital para artesanos y hosteleros, la creación de paquetes turísticos internacionales y la organización de eventos conjuntos. Es un esfuerzo integral y coherente que aspira a reavivar el alma cultural de la frontera, demostrando que el patrimonio, cuando se cuida y se comparte, es la semilla más fértil para el futuro del mundo rural.



